¿Quién soy yo?
Soy una persona que sabe mucho de poco y un poco de mucho.
Trabaja desde hace más de 10 años como director de un centro acuático privado, especializado en clases de aquabike y aquafitness.
Gracias a los servicios que ofrecemos, la facturación ha ido en aumento desde el inicio de su creación en 2010 hasta el periodo Covid… (Actualmente estancada por razones socioeconómicas obvias).
Esto implica tener ciertos conocimientos sobre las expectativas de los usuarios y el funcionamiento de un club acuático privado.
No es fácil ser bueno en lo que uno hace, pero merece la pena intentarlo.
La calidad del servicio que presta repercute directamente en los resultados de su empresa y en su longevidad, ya que intentar ser innovador y ofrecer un servicio de calidad es una prioridad.
Así que no deje de aprender y probar nuevas formas de satisfacer a los clientes.
Y para ello, qué mejor que ser uno mismo entrenador. Cuando sabes lo importante que es contar con un entrenador excelente para fidelizar a tus clientes.
Incluso subrayaría que es esencial.
Después de seis años, aprobé el BP JEPS AAN (Diploma del Ministerio de Deportes de Francia).
¿Director o entrenador?
¡Las dos cosas!
Hoy podemos decir que tomé la decisión correcta, porque nunca se está mejor servido que por uno mismo.
Así que aquí estoy, también como entrenador, y en la misma dinámica que me impulsa, es decir, ¡esperando llegar a ser bueno y seguir siéndolo!
Muchos entrenadores participaron en la estructura antes de que yo mismo me graduara. Sobre esta base, la comprensión estructural y pedagógica de un curso era evidente.
Por eso, renovar mis programas de coaching y su contenido (los cursos) establecidos según un programa anual era una elección obvia, dada la experiencia deportiva adquirida.
Paralelamente, buscar nuevos ejercicios (para ampliar mi repertorio técnico), intentar innovar, comprender los distintos aspectos pedagógicos… ¡Intentar ser bueno!
Uno de mis puntos fuertes: la biomecánica.
De hecho, a lo largo de mis 20 años de competiciones, incluidos algunos años al más alto nivel, el deporte guió el tiempo de mi juventud.
Luego, 16 años como aficionado en otra disciplina donde entrenaba hasta 17 horas a la semana…
Tener la oportunidad de trabajar con entrenadores de alto nivel durante estos 36 años es una verdadera experiencia de aprendizaje que va más allá del deporte, especialmente en el plano pedagógico. Todos sabemos que un deportista no es necesariamente un buen profesor.
Al mismo tiempo, llevo más de 33 años entrenando en salas de pesas.
Desde los 16 años (acompañado de preparadores físicos) hasta hoy (en solitario).
Ayuda cuando uno mismo se convierte en entrenador.
En efecto, indicar un ejercicio a una persona lambda, sin aportar las buenas indicaciones mecánicas (del movimiento) y corregir si es necesario, y esto, para cada participante, es importante.
La integridad física del participante está en juego.
Movimientos bien ejecutados, resultados óptimos y todo ello sin lesiones (dolor, inflamación, tendinitis a medio plazo…).
Esta forma de querer seguir siendo concienzudo me ha ayudado mucho a ser creíble, profesional y apreciado por los profesionales.
Sin embargo, una gran parte de ellos prefiere la animación a la corrección.
Por supuesto, no podemos complacer a todo el mundo, pero intentarlo ya es limitar los daños?
¿Mi debilidad?
Seguro que ya lo ha entendido: animación.
El aspecto pedagógico que refleja mi trabajo es más el de un entrenador que el de un animador acuático.
¿Por qué?
Cada sesión debe responder a una mejora física, ¡desde el final de la sesión!
Para ello, debe estar estructurado:
Zona de trabajo específica – tiempos de esfuerzo y recuperación precisos – repetición de los ejercicios definida en función del objetivo (fortalecimiento, resistencia o tonificación muscular – ¿ejercicio aeróbico o anaeróbico?).
Una cosa es cierta, estoy implicado en mi trabajo y me produce placer. Probablemente por eso quiero dar las mejores clases posibles. Día tras día, sigo motivado después de miles de horas de clase.
Conclusión:
Mi voluntad es transmitir mis conocimientos a quien quiera oírlos.
Creo sinceramente que para ser mejor hay que seguir adelante y no conformarse con un diploma, sino comprender el propio trabajo y los riesgos para uno mismo (cansancio, exceso de trabajo) y para los demás (lesiones…), si se descuida.
Por estas razones, he editado las principales líneas de mi experiencia para ofrecerte una visión general de mis conocimientos a través de los artículos de este blog.
Espero que le aporte información útil.
Gracias por su lectura.
Yan
Aqua Coach : El blog
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